los camalotes bajan por el Río Parana desde Paraguay y aún desde Brasil, en las épocas de creciente. forman grandes islas móviles, compactas, de unos diez/quince centímetros sobre el nivel del agua. pero sus raíces, fuertes y profundas, pueden trabar la navegación de botes y lanchas medianas y grandes. es hermoso ver los camalotes flotar al ritmo del oleaje pero.... no es nada divertido quedar atrapado por estas plantas. salir del camalotal puede significar un buen rato de esfuerzo y requiere movimientos suaves y firmes a la vez.
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